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Construyendo diversidad

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La integración del colectivo LGTBIQ en el sector de la construcción.

SPOILER: Se viene chapa.

Si disfrutas tanto como nosotros de la música de los 70 y 80, conoces a los Village People. Y aunque no seas fan de esas décadas, estamos seguro de que has bailado su pegadiza YMCA (Guaaaai em si eiiii, na na na na na…. guaaaai em si eiiii).

Cada integrante se vestía con una indumentaria icónica que encajaba dentro del estereotipo del macho por excelencia: el policía, el cowboy, el motociclista, el soldado, el marinero y el obrero. Como bien representaba este último miembro, el mundo de la construcción y la obra ha sido habitualmente un sector dominado por hombres, con una cultura laboral arraigada y, en muchos casos, resistente al cambio.

En nuestra reciente experiencia profesional, hemos sido testigos de que pese los aparentes avances logrados en estos 45 años desde la creación del grupo, la diversidad sexual y de género aún resulta un tabú en la mayoría de los casos.

Históricamente, las personas del colectivo LGTBIQ se han enfrentado a desafíos y discriminación en diversos entornos laborales, y la construcción no ha sido una excepción. Estereotipos de género, actitudes homófobas y una cultura de trabajo tradicionalmente masculina han creado barreras significativas para aquellos que no encajan en los roles y expectativas tradicionales.

Esto no ha ocurrido solo a nivel profesional. Siendo conocedoras del recorrido de este sector, las personas del colectivo que se presentan como clientes para contratación de estos servicios, se pueden enfrentar a situaciones hostiles e incómodas. Por ello, el proceso de obra se acaba convirtiendo en un entorno de desconfianza, cautela y discreción desmesurada con el fin de evitar dichas situaciones.

¡Para loca tu, calva!

En el estudio nos dedicamos a las reformas integrales de viviendas y no concebimos la posibilidad de trabajo sin un entorno amable, transparente y de confianza.

¿Cómo vas a adaptar tu casa a tus necesidades e inquietudes si no puedes expresar quien realmente eres?

Por ello, trabajamos día a día para lograr este objetivo, donde todo individuo que precise de servicios de arquitectura y obra se sienta en un espacio seguro.

¿Y cómo lo hacemos?

  • NO discriminación: tanto en el estudio como en obra, nuestra política es de tolerancia cero frente a cualquier tipo de discriminación. En ningún caso se volverá a trabajar o contar con contratistas o constructoras que hayan provocado cualquier conflicto de este tipo, por mínimo que sea.
  • Constructores: desde el estudio, acreditamos que todos los contratistas que vienen recomendados por nosotros, así como proveedores y empresas de otra índole, han pasado el filtro “LGTBIQ-friendly”. ¿Cómo? Con nuestra propia experiencia y viviéndolo en nuestras propias carnes.
  • Prejuicios: nada de lo que nos cuentes va a sufrir ningún juicio o valoración moral ni de ningún tipo por nuestra parte. Cada persona del estudio somos distintas y ninguna encaja en los patrones establecidos. Si los encajas, obviamente, tampoco pasa nada. Sabemos que cada una vivimos de una manera y lo importante es sentirnos cómodas en ella.
  • Tu casa habla de ti: un espacio seguro garantiza la confianza para expresar cómo somos. Por ello, una vez nos conozcamos en profundidad, haremos todo lo posible para que tu casa se encaje como un guante a tu personalidad, tus costumbres, tu familia e inquietudes y deseos.

A medida que avanzamos hacia un futuro más abierto y respetuoso, es fundamental que la construcción y la obra sean sectores que abracen la diversidad y promuevan la igualdad de todas las personas.

Creemos firmemente que la diversidad no solo beneficia a las personas individuales, sino que también fortalece a la industria y le permite abrir nuevas puertas hacia la creatividad e innovación.

Juntos, podemos construir un futuro más inclusivo y amable para todos.

Feliz orgullo